La casa de Isla Negra, preñada de vida, de recuerdos, era una casa que celebraba la amistad de la manera más hermosa que uno se pueda imaginar, escribiendo el nombre de los amigos, con tiza, en las vigas. Como prueba esta foto y estos textos del poeta:
Escribí con tiza los nombres de mis amigos muertos, sobre las vigas de rauli (…).
LOS NOMBRES
No los escribí en la techumbre por grandiosos, sino por compañeros.
(…)
Por qué se fueron tan pronto? Sus nombres no resbalarán de las vigas. Cada uno de ellos fue una victoria. Juntos fueron para mí toda la luz. Ahora, una pequeña antología de mis dolores.
Del libro de Pablo Neruda «Una casa en la arena». Editorial Lumen, Barcelona. 1966.

¡vaya buena idea! creo que me lo voy a pensar para mi casa… 😛
besosssss
¡A qué sí! A mi me parece genial… Lo bueno de hacerlo con tiza es que se puede cambiar y borrar; que un amigo nos defrauda, pues se borra… y en paz.
Un besazo.
Great idea, interesting post… 🙂
Es un gesto muy bonito hacia los amigos; yo también creo que es una gran idea.
Un cordial saludo.