La serie de mis homenajes comenzó sobre los años 80 y se fueron espaciando en el tiempo, de modo que no fueron hechos de forma continuada sino que responden más a una expresión o arrebato de reconocimiento o cariño circunstancial. Muchos pintores hemos tenido, en algún momento, esa necesidad de decir de alguna manera: te quiero Picasso, te quiero Braque, te quiero Matisse…, que es lo mismo que decir: gracias, gracias, gracias por lo que nos han dado, nos han enseñado, nos han hecho sentir. Un homenaje, en el fondo y en la forma, es una expresión de amor.
me gusta mucho ese cuadro.. no conocìa al pintor 🙂
Muchas gracias, Muriel; la pintora soy yo y a Picasso supongo que lo conocemos todos de sobras, jajaja.
Un beso y bonne soirée.
¡que tonta soy!!
no me he fijado bien. la verdad que estos dias, ¡estaba muy cansada!
¡perdoname!!!!!! .. un beso grande 😛
De la serie tuya de bodegones de esa época, casi es el que más me gusta, Bárbara. Gracias por ponerlo.
El término «bodegón» me ha permitido hacer «homenajes» a diversos pintores que me gustan mucho; Picasso es, sin duda, uno de ellos. Disfruté mucho pintándolo. Gracias a ti, Aurelio.
Excellent work, completely in Picasso’s spirit… 🙂
Agradezco mucho tus palabras. Es un cumplido muy bonito.
Muchas gracias, Ledrake.
J’aime beaucoup, toujours cet univers sensible, personnel, hommage oui, mais imprégné de toi…
Merci chère dame, ces mots m’ont touché beaucoup, c’est un jolie compliment!.
Bonne journée.
Très bel hommage. J’aime beaucoup les couleurs !
Mille fois merci, Gilderic.
PIcasso estaría orgulloso de tu cuadro, Bárbara, es estupendo.
Eres muy generoso en tu apreciación, Joaquín. Un millón de gracias.
Coincidimos los Aurelios. Tengo especial predilección por este cuadro.
¡Cómo sois los Aurelios! Gracias, guapísimo.
Para Muriel
No hay nada que perdonar, ¡solo faltaría! Si vieras lo despistada que yo soy… Me encanta la música que cuelgas en el blog, Un abrazo grande, grande.