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Monet y la catedral de Rouen.

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La serie de la Catedral de Rouen pintada por el pintor impresionista Monet, más de treinta en total, la realizó entre 1892 y 1893 en Normandía. El pintor alquiló varios espacios cerca de la catedral para poder captar lo que perseguía, la forma en que incide la luz sobre la fachada de la catedral en diferentes horas del día y en distintas estaciones. Lo importante para él dejó de ser el objeto representado, sino la luz que transforma dicho objeto. Con posterioridad terminaba las obras en su estudio de Giverny, sito en Normandía, no muy lejos de Rouen. En esta serie, Monet realizó el mismo ejercicio del que realizara en sus serie «Las Ninfeas», pintadas según las distintas condiciones atmosféricas y de luz que condiciona de manera importante la manera en que percibimos lo retratado. Monet donó seis obras de su serie de «Las Ninfeas» al Estado francés; su intención era que el Estado comprara la serie completa, no dividirla, cosa que al final no consiguió. Su amistad con el primer ministro Clemenceau pudo influir en que consiguiera desviar un afluente del Sena, el Ept, para poder construir su estanque en Giverny, donde cultivó plantas exóticas y sus famosos nenúfares. Antes de la serie de la Catedral de Rouen, Monet había sido paisajista y ahora, al pintar esta estructura de la fachada, dota a las pinturas de una serie de capas matéricas superpuestas, como si «construyera» la superficie, para dotarlas de solidez arquitectónica.

Barcos, gabarras, pescadores… Las riberas del Sena II

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Tras paisajes otoñales de exuberante vegetación, sin rastro humano, empezamos a ver barcas de pescadores con caña, gabarras-viviendas y todo tipo de embarcaciones surcando las aguas. Las «péniches» que transportan carbón y otro tipo de mercancías ya las había visto en París, así como gabarras adaptadas como viviendas amarradas en los «quais» de la ciudad hasta con sombrillas en la cubierta; a mí, que tengo espíritu aventurero, estas últimas me dan mucha envidia; navegar y amarrar en París, en la ciudad que adoro, me parece un sueño. Vimos muchos puentes -el de Normandía, soberbio- y unas casas preciosas con embarcadero, que me dediqué a fotografiar como testimonio de un tipo de vivienda a orillas del Sena desde sencillas cabañas de madera a villas impresionantes. Y seguimos navegando…

Bodegón vertical.

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El brillo natural de la fruta me gusta tanto fotografiarlo como pintarlo. Perseguir ese efecto, desde que existe la fotografía, se volvió inútil. Liberada la pintura, cada cual lo hace como quiere.

La ventana y el reflejo

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Foto Bárbara

Captar la luz y como esta se proyecta en los objetos, esta es la obsesión de los pintores en general y de los impresionistas en particular. La mirada del pintor acostumbrada a medir, a observar, rara vez se equivoca; llega a ser hasta una deformación «profesional», pero sin duda se convierte en una manera de ir por la vida.

De cristal prensado

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Foto Bárbara, copas de vidrio prensado

En Cartagena se fabricaban objetos de cristal prensado en la fábrica de cristal y vidrio de Santa Lucía y allí está ubicado el Museo del vidrio que data de 1834. Se fabricaban desde un vidrio ordinario de paredes gruesas, los vasos huertanos, generalmente prensados hasta un cristal de primerísima calidad de paredes muy finas con decoración normalmente grabada a la rueda y tallada. Obtuvo entre otros los siguientes galardones: Medalla de honor en la Exposición de Madrid de 1841 de la Sociedad de Amigos del país; Un año después le hicieron entrega de la cruz de Carlos III; en 1878 en la Exposición Universal de París se le concedió la Mención Honorífica; en 1883 le fue otorgado el Gran Diploma de Honor en la Exposición de Madrid; en 1888 fue galardonada con la medalla de Oro en Barcelona y en 1900 también en la Exposición celebrada en Murcia. En la actualidad, en el Museo del Vidrio se exhiben más de 200 piezas de la antigua fábrica y también hay una nave de hornos

Atardeceres

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Fotos: Jerónimo García Gázquez

De nuevo el BN y el color en estas fotografías preciosas que me llegan desde Ceuta. Como bien me decía Ashley desde Irlanda, no hay porqué elegir en el siempre presente debate sobre unas u otras. Y tenía razón. El color tiene unos matices y el BN tiene otros.¡Gracias mil  Jero por estos regalos magníficos!

 

Reflejos VII

Foto: Bárbara.

Foto: Bárbara.

Hay lugares, rincones que no parecen reales; allí es donde se concentra la belleza de forma excesiva, con una densidad que nos conmueve de manera explícita, concretándose en sentimientos encontrados de llanto y alegría, sensación de haber alcanzado la cumbre de algo, de sentir nuestra existencia única y como un estallido de felicidad…