Un lugar precioso para visitar en otoño. Las hojas secas que caen sobre la superficie del agua, que flotan y giran danzando sobre sí mismas, según sople el viento. Los troncos recios de los árboles enmarcan este paisaje, mientras sus ramas se van desnudando… Ir a pasar el día es, ahora, el momento más bonito, pues los colores ocres, dorados sobre el azul atrapan nuestras miradas; podemos llevar la comida o comer en el restaurante. La visita no defrauda a nadie. Muy recomendable.



Un bonito paraje que tengo pendiente de ir a ver. Gracias por compartir. Abrazo grande.
Merece la pena la visita. Casi te diría que mejor en la primera semana de noviembre. Ya me dirás. Un abrazo enorme, querida Marylia.