Loa pájaros, ausentes en este mes de marzo donde la lluvia ha sido la protagonista, de pronto ayer por la mañana se hicieron notar alegremente. Salí al jardín a la llamada de los gorriones que piaban desaforadamente, como campanas tocando a arrebato, y entonces vi a este posado sobre los cipreses del vecino, tan campante, imponiendo su presencia y quise pensar que era el anuncio de que tarde o temprano tendremos primavera.

La lluvia tan intensa como la de estas semanas, lo oculta todo. Y luego cuando recuperamos el sol, se nos abre la vida plena, que en primavera, promete mucho y bueno (salvo las alergias jajaja) Un abrazo.
¡Qué ganas de primavera! Esperemos que sea buena… aunque las cosas están un pelín raritas en el mundo mundial, por decir algo. Un abrazo grande.