¿El llanto de los niños es igual o diferente según de qué lado de la frontera nos llegue? Los oímos vagamente desde el fondo de la pantalla tras la voz del corresponsal que envía su crónica. Niños malheridos que llaman a su madre desesperados, con hambre, atemorizados. Niños de la guerra desangrados ante el horror de algo que no pueden entender. Niños rotos, huérfanos, sin hogar, sin tierra, sin protección, sin futuro, niños que, como sus padres, pueden ser moneda de cambio. ¿Cuánto vale un niño palestino? ¿A día de hoy como un adulto palestino? El precio lo ha puesto Israel, cincuenta palestinos por tres israelíes. ¿Tan poco vale un palestino adulto? ¿En el canje, cuánto valdría un niño palestino? Menos que nada, porque en la limpieza étnica que Israel está llevando a cabo, también exterminan el futuro que ellos representan. Sin niños, sin mujeres que puedan procrear, no existe un futuro para Palestina.
El llanto de un niño es igual, venga de donde venga. No puedo ver las imágenes.
Creo, querida Azurea, que el llanto de los niños de Palestina, en esta guerra feroz es más desolador, si cabe, por el mayor número de victimas; de cualquier manera es algo insoportable; de por si el llanto de cualquier niño lo es. Gracias por comentar. Un fuerte abrazo!