
Vista lateral de Notre-Dame desde el Sena. Foto: Bárbara

La aguja de Violet le Duc, con los apóstoles y las quimeras. Foto; Bárbara

La Estirga. Foto: Barbara

Vista desde las Torres de la punta de la isla. Foto: Bárbara
Ayer muchos parisinos lloraron y los que lo somos de corazón también. Notre-Dame ardía y las imágenes que iban apareciendo ante nuestro ojos nos parecían una pesadilla. Mi querida Estirga de piedra no podía reflejar lo que sentía entre las columnas de humo, pero sus lágrimas, como las del resto de las quimeras y gárgolas, caían sobre el fuego que, voraz, parecía que iba a destruir el templo más hermoso que hemos visitado tantas veces. Notre-Dame es más que un templo; representa la cultura de Occidente, el patrimonio de todos, el lugar donde creyentes y no creyentes elevan una oración y se inclinan ante la belleza y la armonía asentada en la isla de la Cité como un buque insignia. ¡Cuántas parejas abrazadas la han recorrido y, sentados con las manos entrelazadas, miraban los hermosos rosetones que filtraban la luz! La aguja de madera de Violet le Duc caía ardiendo, el plomo contribuyó también, y parte del techo de la bóveda. El pequeño campanario de madera parece ser que se ha salvado y que las campanas se mantienen es su lugar; si la mayor hubiera caído, el destrozo hubiera sido terrible. Las quimeras y las gárgolas encaramadas, desde las torres no daban crédito. Cuatrocientos bomberos lucharon hasta las cuatro de la mañana, Me dicen que solo uno de los «rosaces» permanece intacto; los otros han estallado por el calor. La doncella de Orleans estuvo allí y todos los reyes franceses han sido allí entronizados. Esta mañana, al ver que las torres permanecían en pie, me he sentido aliviada; la imagen de la Señora sigue, aunque haya que restaurar y curar todas sus heridas. Y el parvis ante la catedral seguirá acogiendo a los innumerables turistas que hacen cola para llegar a las torres y, tras armarse de valor, subir los cuatrocientos escalones… La vista merece la pena… El Sena se desliza arrullándonos como los gorriones que se esconden en el espesor de los setos, cuando comienza a llover con esa lluvia fina tan parisina.
Ayer mirando las imágenes del incendio, entre incredulidad y un profundo dolor, no dejaba de acordarme de ti y pensando cuál sería el destino de tu estirga.
Al igual que tú esta mañana, al ver que la estructura principal seguía ahí me acordé de esto:
«A pesar de todo, a pesar de todos, gracias a su singular belleza, las viejas piedras perviven. No han logrado destruirlas, y es nuestro deber cuidarlas y defenderlas como reliquias» –Auguste Rodin, «Las catedrales de Francia»
No sabes lo mucho que agradezco tus hermosas palabras. Ayer fue un día triste, doloroso y de desolación. El mundo no daba crédito a lo que veía. Todos los que conocemos París sabemos que es un icono y que uno no se puede imaginar la ciudad sin ella. No me importas reconocer que he llorado viéndola cuando volví a París al cabo de los años…
De nuevo gracias, Daniel.
Un abrazo muy grande.
The pictures we saw on the news last night were devastating. Our faith in beauty and in history is severely tested, but it is also faith that will insure it is rebuilt.
Estoy convencida de que se reconstruirá; Paris sin Notre-Dame no se concibe…
Muchas gracias Ashley, ayer no me lo podía creer parecía un mal sueño.
Un abrazo.
No podría decirlo mejor que vosotros. Siento que un trocico de mi corazón está allí dentro hecho cenizas; mis hijos, que visitaron hace dos años la Catedral, sienten lo mismo que yo, al igual que mi esposa.,
Todos sentimos la misma tristeza y desolación.Pero las torres se han salvado y la estructura exterior salvo el techo. Muchas gracias Joaquín.
Un gran abrazo,
Todos lo referentes de nuestra generación en literatura, filosofía, pintura, escultura…han ido muriendo según pasaban los años de nuestra vida. ¡Y ahora Notre-Dame…!
Siento una enorme tristeza porque, viendo las llamas consumiéndola, se me iba encogiendo muy dentro algo esencial de mí.
Es ley de vida, somos mortales, pero ella no y permanecerá mientras nosotros pasamos,. esa es la grandeza de los humanos que somos capaces de dejar detrás de nosotros arte, literatura y obras magníficas que hablarán de lo que hemos sido como sociedad. Muchas gracias , querido Aurelio
Un petó molt grand!!!
También pensé en este blog. Parece que sí han superado el incendio. Alguna foto vi y aparecía ella, la burlona. Qué pena todo lo demás. Un abrazo.
Conozco París bastante bien y el barrio Latino en particular. Ayer estaba desolada, para mí es la catedral más bonita y representa tantas cosas… Muchísimas gracias Félix, te lo agradezco de corazón.
Un abrazo.
Es curioso pero cuando supe la noticia y vi las imágenes ardiendo me acordé de ti y pensé si la estirga sobreviviría al fuego. Me alegro de que el daño no haya sido mayor, porque hubiéramos perdido mucho más que una catedral espectacular y bellísima, hubiéramos pedido el elemento arquitectónico que mejor simboliza el nacimiento del arte gótico y eso hubiera sido una pérdida descomunal.
Eres un encanto, Chelo. Menos mal que al salvarse las torres y siendo la Estirga de piedra sobrevivió y se portó como una jabata. Era tremendo ver las imágenes, qué sensación de impotencia tan grande y de estupor, parecía increíble. Tienes toda la razón es indudable su gran valor arquitectónico además de todo lo que simboliza.
Te agradezco muchos tus palabras de todo corazón
Un abrazo grande, grande..
Recuperará su esplendor y volverá a despertar la admiración de todos.
Laméntate mejor de otros dolores.
Es un placer leerte.
Alberto Mrteh (El zoco del escriba)
Sin duda! Además los franceses son únicos para proteger la cultura. En cuanto a lo segundo, claro que sí, son muchos ya los seres queridos que me faltan… El mismo placer es entrar en tu blog!!!