
«Retrato de Fernande Olivier», 1905

«Bailarina» c. 1906-10

«Dos ángeles», c. 1910
El artista holandés (Róterdam 16 de enero de 1877 – Mónaco, 1968) coincidió en el tiempo con Picasso en el Bateau-Lavoir y fue en París donde realizó su labor artística. Su obra se asocia al expresionismo alemán y al fauvismo. Su colorido excesivo, vivo y fuerte es la seña de identidad en su época de madurez, ya que en un principio, por influencia de Rembrand, su paleta era apagada y de tonos oscuros. Pronto abandona el tema paisajístico y se dedica casi por entero al retrato y al desnudo femenino. En París su obra se adentra en el fauvismo con obras claramente en la línea del mejor Matisse. El primer cuadro de los aquí representados es un retrato de la compañera de entonces de Picasso, Fernande Olivier de 1905; su relación con Picasso y con el grupo de Montmartre era el de un colega más de los que habitaban en el famoso «Lavadero». Expuso con Matisse y Derain en el Salón de Otoño y con los fauvistas hasta 1912. No obstante nunca rompió sus lazos con su Holanda natal y expuso con los expresionistas alemanes invitado por Max Pechstein. Tras sus viajes por Marruecos, Egipto y España ilustró la edición de las «Mil y una noches» de Mardeus, que se publicó en 1918. Sus desnudos, cargados de erotismo, y sus retratos llamaron la atención del llamado «Beau Monde» de París y todos querían ser retratados por Van Dongen; es muy conocido el retrato que hiciera a Kiki de Montparnasse, famosa modelo de ese mundo canalla y aristocrático, llamado «Retrato de una muer con cigarillo». Se le concedió la nacionalidad francesa en 1929. Una invitación de Goebbels a la Alemania nazi junto con otros pintores pudo poner en peligro su prestigio y una posible acusación de colaboracionista, pero el hecho se olvidó por suerte para él.
¡Apasionante! Muy buena entrada.
Muchísimas gracias, Julio. Te agradezco tu visita; el arte es mi gran pasión y la pintura mi trabajo cotidiano al que me dedico desde siempre.
Un abrazo.
Me gusta muchísimo el segundo cuadro. Esos colores fauvists siempre me llaman la atención y me resultan atractivos.
Es un placer leerte.
Alberto Mrteh (El zoco del escriba)
Claro, estimado Alberto, por eso nos gusta tanto Matisse y el fauvismo en general.
Para mi es un placer leer tus comentarios.
Un abrazo.