
Casrillo de Belmonte (Cuenca). Foto: Aurelio)

Castillo de Belmonte. Foto: Bárbara

Paisaje manchego. Foto: Bárbara
El castillo de Belmonte es una fortaleza singular que se conserva como se construyó en el siglo XV por mandato del primer Marqués de Villena. El castillo se levanta sobre el cerro de San Cristóbal en las afueras de la villa de Belmonte. En el momento de su construcción, Castilla se hallaba inmersa en continuas luchas internas. Durante los siglos XVI y XVII se encuentra en estado de abandono, llegando así hasta el siglo XIX en el que la heredera de la Casa de Villena Eugenia de Montijo, que fue emperatriz de los franceses por su matrimonio con Napoleón III, ordenó su restauración de acuerdo con el proyecto inicial, pero llevando a su interior el gusto de la época. Con la caída del imperio francés cesa su restauración; la emperatriz se gastó más de millón y medio de pesetas de entonces. El castillo pasó por diversas vicisitudes y en la actualidad es propiedad de la Casa Ducal de Peñaranda, descendientes de la Duquesa de Alba. Hoy está considerado Bien de Interés Cultural. Este valioso tesoro patrimonial está abierto al público desde 2010.
¡Qué interesante es nuestra historia y qué poco la conocemos! Lo mismo nos pasa con la de nuestros hermanos del otro lado del Atlántico. Es una vergüenza.
Y muy rica en acontecimientos que nos han hecho ser como somos. Tienes toda la razón, nuestro poco conocimiento nos debería mover a conocer y entender ese mundo tan diverso y fascinante.
Experiencias únicas. Como conocedora del arte, te han debido quedar grabados detalles peculiares de tan emblemático Castillo al tenerlo cara a cara, y remontarte casi seis siglos atrás.
Estoy totalmente de acuerdo con el comentario de Joaquín. Estamos en las mismas circunstancias.
Abrazo y saludos a ambos.
Una de las cosas que más me gusta es la historia antigua y medieval y poder ver in situ el legado del pasado es realmente apasionante: disfruto como «un niño con zapatos nuevos», como decimos por aquí.
Conocer a fondo es aprender a amar y eso todavía es una asignatura pendiente ya que nuestro conocimiento suele ser superficial, ¡con todo lo que tenemos por aprender de vosotros!
Un abrazo grande que supla las carencias!