Coburn fijó su residencia en Londres en 1912, circunstancia que le permitió de modo directo implicarse en la vanguardia de la ciudad, uniéndose al movimiento vorticista británico que se caracterizaba por lo geométrico, la abstracción, la arquitectura y las referencias a las máquinas. El movimiento, que sólo duró tres años, tuvo en otro fotógrafo, Myndham Lewis, y en el escritor Ezra Pound sus máximos defensores. Coburn diseñó el vortoscopio junto con este último. El vortoscopio estaba formado por tres espejos rectangulares unidos, que formaban un triángulo parecido a un caleidoscopio. Coburn experimentó con cualquier cosa que cayera en sus manos, cristal, madera, marcos de ventana, fragmentos dispares que dieron origen a unas fotos que no fueron comprendidas ni apreciadas. Los espejos, que actuaban como un prisma, dividían en trozos la imagen formada por la luz. La falta de comprensión en su momento no ha impedido que las fotografías así logradas pasaran a la historia como las primeras fotografías abstractas. Fantásticas fotografías.
No me gustan, pero no puedo dejar de mirarlas
Es como mirar por un caleidoscopio; a mí las que me encantan son las de Londres «la nuit», pero estás son el fruto de sus experimentos vanguardistas y el hombre se las trabajó…
Belleza en sentido puro de luces y de sombras, de simetrías axiales que se interrumpen y superponen… Verdaderos ejemplos de la capacidad de Coburn para captar el momento preciso en que apretar el disparador para plasmar lo bello.
bello
HOLA COMO LE VAII