Modigliani, la expresividad del vacío

Modigliani, "Jeanne Hébuterne con gran sombrero".

Modigliani, «Jeanne Hébuterne con gran sombrero».

Termina el mes de enero y no quiero que termine sin dejar mi pequeño homenaje a un pintor que murió un 24 de este mes y que nació en Livorno en 1884. Al margen de los datos biográficos que cualquiera puede encontrar, destacaría el hecho de que su corta vida malogró una brillantísima carrera que no había hecho más que despegar. Igual que en el caso de Vincent van Gogh, nos tenemos que hacer siempre la misma pregunta: ¿qué cantidad de  magníficas obras de arte se nos ha hurtado? y el por qué de esas muertes prematuras. Los moralistas rancios siempre han asociado la vida bohemia de los artistas a la relajación de costumbres, a las  licenciosas relaciones y al consumo de drogas y de alcohol; esquema estrecho que no explica, que no demuestra nada, la mayoría de las veces, el abandono, la desdicha, la lucha, la angustia y la miseria en la que seres dotados de genio se ven abocados a vivir. A Modigliani la vida le trató mal desde niño; su mala salud le impidió estudiar y crecer como un niño normal; su familia de origen sefardí le encauzó hacia el mundo del arte. Su paso por Venecia y sobre todo por Florencia tendrá su importancia en el tiempo por su asimilación del manierismo y de la influencia de pintores como Botticeli y Parmigianino.  

El pintor se traslada a París en 1906, cuando Picasso ya había prácticamente cerrado su época azul y rosa; un París en ebulición que acogía a los artistas de todo el mundo. Una ciudad que se abría al mundo y que dio lo mejor del arte moderno.Vivió, posiblemente, el ambiente del Bateau-lavoir donde sus inquilinos como van Dogen con Picasso a la cabeza bebían y respiraban Montmartre con avidez; le Lapin Agile ilustraba las noches y La Piaff cantaba en «Le Patachou». Allí las aspas del Moulin de la Gallete  agitaba las tertulias.

Después se trasladó a Montparnasse, donde la miseria fue minando su delicada salud; la tuberculosis progresaba y sus escasos amigos que estaban en condiciones de hacerlo le mantenían esporádicamente. Durante un tiempo, bajo la influencia del escultor Brancusi, se dedicó a la escultura. El concepto especial de esta la aplicó a la pintura, que es donde el genio expresó su particular estilo. Del mismo modo que en Van Gogh su arte es inclasificable. Se puede hablar de influencias picassianas, del manierismo, de Toulouse-Lautrec…, pero su identidad, su peculiar estilo es único. Cuatro años antes de morir es cuando produce sus mejores obras: los desnudos y los retratos. Y aunque admiraba a Cézanne como a ningún otro pintor, su objetivo siempre fue el ser humano.

Sus fondos planos y la línea estilizada del Picasso de la época azul y rosa  junto con los ojos vacíos tienen la extraña virtud de expresar  la personalidad del retratado. ¿Cómo con tan pocos elementos se puede expresar tanto? Si a lo largo de toda la historia del retrato, la mirada es la esencia que marca la identidad del personaje, la bondad, la astucia, la desolación, la tristeza…, por qué la ausencia de ella nos cautiva. El misterio Modigliani es difícil de desentrañar.

Su cuerpo, agotado por la enfermedad y la miseria, por el alcohol, por el sufrimiento, expiró el 24 de enero de 1920 en el hospital de la Caridad de París; el mismo día se suicidó su compañera y madre de su hija Jeanne Hébuterne. Una vida bohemia según los moralistas, una vida desgraciada que ningún ser humano debería vivir. Reposa en el cementerio de Le Père-Lachaise y siempre suele haber flores en su tumba.

10 pensamientos en “Modigliani, la expresividad del vacío

  1. Tienes razón, Bárbara. Quizás el vacío de los ojos refleje una personalidad de la retratada «volcada hacia adentro». La pose de los dedos apoyados en el rostro transmiten una profunda reflexión (¿quizá perplejidad?). Fascinante, en caulquier caso.

    • Si que es fascinante y además extraño, contenido. Y su línea es tan pura y delicada… ¿Te acuerdas que hablamos de un gesto parecido en un retrato de klimt? Era una pose reflexiva o pensativa. Muy acertado lo de «volcada hacia adentro». Muchas gracias Joaquín.

  2. Hablaba en tu post «Picasso, época azul y rosa» de los ojos -«muertos», decía yo- en los cuadros de la época azul sobre todo de Picasso… y me planteo: ¿cuál es el «paso adelante», incorporar «no- ojos» a un rostro, como en el caso de Modigliani, o ponérselos «muertos», como hace Picasso?
    Tras casi diez minutos de pensarlo y pensarlo, creo que la más valiente, por innovadora, es la solución de Modigliani, pero la más difícil de conseguir -¡y de qué manera, como siempre!- es la que hace Picasso, único: no hay que «no-poner» para que la vista se nos vaya a otras partes del lienzo; hay que «poner» para que lo puesto nos obligue a ir al resto del lienzo.

    • Como siempre tus reflexiones me parecen muy interesantes.Son dos conceptos totalmente diferentes, lo que hace Modigliani es sorprendente y prodigioso y la teoría de Picasso pone el foco en todo el cuadro por eso en la exposición comparativa de «Picasso y los maestros», el malagueño maravilla por su calidad extraordinaria en la que supera, a mi modo de ver, a los clásicos. Gracias Aurelio,

  3. Superbe toile, Barbara ! Merci pour cet article qui nous remet en mémoire le talent de Modigliani !!
    Très belle journée 🙂

  4. Very interesting post – many artists’ lives are conflicting and hectic – is it their lives that make them artists or the art that makes their lives that way..? 😉

    • Muchas gracias, ledrakenoir. Hay algunos «artistas» que van de artistas por la vida, al final lo que cuenta es la obra que puedan dejar…Sin OBRA con mayúsculas no hay artista ni arte. Big smile.

  5. Me encanta esta obra de Modigliani. Siendo tan distintos, no puedo evitar trazar un paralelismo entre este cuadro, de 1918, y ‘El sombrero negro’ de Klimt que data de 1910, ya aparecido en el blog.

    • Como bien señalas, a mi me pasa lo mismo, el uno me lleva al otro; los dos son extraordinarios. Y los autoretratos de Van Gogh con sombrero son también increíbles. ¿Tendrán la culpa los sombreros? Un besazo..

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