Dalí, escritor.

Salvador Dalí: «El Ángelus arquitectónico de Millet». Óleo sobre lienzo. 1933. Museo Nacional Reina Sofía. Madrid.

Salvador Dalí, un surrealista paranoico y un catalán universal como Gaudi, alcanzó la fama en vida como pocos artistas lo han hecho. Al margen de su obra pictórica, que puede ser discutible como todo, Dalí fue un intelectual con una cultura enciclopédica. Quizás su personaje, que él se cuidó mucho de explotar en cualquier tipo de medio, ocultó para muchos el hecho de que Dalí era poseedor de una vasta cultura que abarcaba la física, la filosofía, la arquitectura…; conocedor y admirador del mundo clásico, tomó elementos de la geometría estética del Renacimiento, del empleo de la divina proporción de Luca Pacioli,  de la alquima,  de la magia natural… Creador del llamado método paranoico-crítico, en sus «Confesiones inconfesables» dice que fue en 1929 cuando concibió la formula experimental que se traduce por la creación del azar objetivo. El delirio, la paranoia, la alucinación forman parte, junto al mundo onírico surrealista, de la sustancia que conforma la cosmogonía del mundo daliniano. Debo decir que el surrealismo como movimiento me apasiona literariamente, no tanto pictóricamente, pues considero que en general los pintores surrealistas, salvo excepciones, son malos pintores; la factura de sus cuadros dejan mucho que desear. Esto puede sonar a herejía, pero es solo mi opinión totalmente subjetiva. No dudo de que el surrealismo ha creado imágenes tremendamente impactantes y sugerentes con gran poder lírico y a veces dramáticos, pero puestos a elegir prefiero la fotografía surrealista.

Salvador Dalí fue un gran escritor que, por desgracia, escribió poco, pero lo que dejó escrito es todo un descubrimiento. El libro que tengo en mis manos es una joya que lleva por titulo: «50 Secretos «Mágicos» para pintar», es la primera edición de abril de 1951, editado por Luis de Caralt en Barcelona. En él no solo el aprendiz de pintor puede ensimismarse en la deslumbrante enumeración de esos secretos, sino cualquier amante del arte o de la buena literatura se dejaría llevar por una prosa brillante que en algunos momentos llegan a un lirismo clásico. Cuantas veces he antepuesto el Dalí escritor al pintor y lo he discutido con personas fervientemente dalinianas se me ha mirado como un bicho raro; y digo yo que los esquemas están también para romperlos. Dalí como dibujante es otro cantar y gracias a ese dominio puede pintar los «epatantes» cuadros que pintó. Otro Dalí se nos muestra en el libro antes mencionado, «Confesiones Inconfesables» de Editorial Bruguera S. A., de lectura también apasionante, pero más anecdótico, donde desgrana su vida en Paris.

Resumiendo: Dalí es para mí un magnífico dibujante y un fantástico escritor que está por descubrir.

6 pensamientos en “Dalí, escritor.

  1. No imaginaba que Dalí tenía esa cultura y que era tan buen escritor. He de reconocer que me gusta la mayor parte de la pintura que conozco de él, pero es una opinión puramente subjetiva.

  2. El «personaje» trivializa, por así decir al hombre cultísimo y al tanto de todo lo nuevo que se producía en cualquier campo de las ciencias y de las artes. Mi opinión también, claro está, es subjetiva al máximo.

  3. Absolutamente de acuerdo. Como dibujante Dalí era superlativo. Como pintor nunca ha sido santo de mi devoción. Desconocía su faceta literaria, así que tendré que remediarlo. Gracias por descubrírnosla.

    • El gran conocimiento de Dalí de la perspectiva y de la geometría le permiten hacer cuadros tan impactantes como «El Cristo de Port LLigat» basado en un dibujo de San Juan de la Cruz, (un contrapicado en cine), el de «Leda» y otros muchos de indudable gancho visual. En el fondo Dalí era un hombre del Renacimiento que tuvo la mala suerte de vivir en la época del marketing y que no obstante, en vista del panorama, lo supo aprovechar muy bien a su favor. Dalí era un sabio que se equivocó de época y bárbaro como escritor.

  4. Je partage avec vous la passion de ce visionnaire incroyablement érudit et prolixe en toiles et en mots, un génie dont le sens de l’humour et la capacité à utiliser les médias était phénoménale; Le journal d’un génie était sur mon bureau d’étudiante 🙂 !

    • Merci, Phédrienne.Sans doute un génie malconnue encore à L’Espagne comme écrivain. J’aime beaucoup les sens de l’humeur et l’ ironie intelligent dans quelque texte. Comme écrivain vous avez les deux choses. ¡Si no existieran los mass medias Dalí los hubiera inventado!. Amities!

Replica a barbaragarciacarpi Cancelar la respuesta