Llevo un rato pensando un comentario. Decido abandonar la idea. Es mejor leeros, veros, disfrutaros. Sin hacer ruido, apreciando la sonrisa cómplice que se os adivina entre líneas.
¡Y ahora qué te digo! La sonrisa cómplice la tenemos desde que «eres». Y de qué manera!!!! El de los versos dice que no pierdas nunca esa capacidad de sentir que tienes.
Gracias, Bárbara.
De res, Aureli.
Llevo un rato pensando un comentario. Decido abandonar la idea. Es mejor leeros, veros, disfrutaros. Sin hacer ruido, apreciando la sonrisa cómplice que se os adivina entre líneas.
¡Y ahora qué te digo! La sonrisa cómplice la tenemos desde que «eres». Y de qué manera!!!! El de los versos dice que no pierdas nunca esa capacidad de sentir que tienes.