Öleo sobre lienzo.
Mi niña preciosa en una demostración de patinaje. Los patines ponen alas a las patinadoras que parecen volar y se deslizan bailando ingrávidas sobre el cemento. El patinaje artístico es una modalidad de danza, movimiento, ejercicio y destreza que aúna la belleza de todas y cada una de estas actitudes forjando a la vez la disciplina, la fuerza y la delicadeza de la danza. Este retrato lo firmé este año y lo hice con todo el cariño del mundo.

Qué emoción verla aquí. Qué retrato insuperable. Es ella. Toda. Tal cual. Por dentro, pero también y sobre todo, por fuera. Asomada a esos ojos y a esa sonrisa tan suya. Cómo la conoces de bien, abuela. Para mí tengo esa nariz y esa mejilla en primer plano como lo mejor que, quizá, hayas pintado. Por algo será… Y los colores. Así, como solo los usas tú. Que se dirían inventados por ti para la ocasión, mezclando los pigmentos.
Nunca he trabajado un retrato con tanto amor, también te digo. Y eso que te he pintado y he pintado a la gente que más quiero, pero ella auna el amor de todos en su persona, en su dulzura y en su inteligencia emocional. Todos estáis en ella de alguna forma. Estoy orgullosa de la carnalidad de esa mejilla,,, dar vida a la carne no es fácil… pero he tenido una muy buena modelo. Gracias, Aurelio.
Tiene toda la razón su padre: No sé si sabría encontrar alguno de los muchos retratos que has hecho que lo supere. La chiquitina, grande ya, no se merecía otra cosa.
¡Cuando la modelo es como ella te lo pone fácil en el sentido de que la inspiración viene de su mano! Toda ella te inspira y te mueve a ser más y más exigente a buscar eso tan difícil que es plasmar de alguna forma la personalidad y el espíritu de esa persona. Gracias, guapísimo.
Que retrato tan bello, tu hija estará orgullosa de tener a una artista por madre. Enhorabuena.
¡Qué alegría tenerte por aquí! Celebro que te guste el retrato de Noa; ella es mi pasión y mi nieta a la que adoro. ¡Muchísimas gracias, querida!