Los sufridos dromedarios de Lanzarote, conocidos comúnmente como «camellos» en Canarias, descansan entre paseo y paseo turístico; los dromedarios, como todo el mndo sabe, tienen una sola joroba y los camellos tienen dos. En Lanzarote y en Fuerteventura constituyen una gran atracción entre los que visitan las islas. La introducción en ellas de esta especie se romonta a 1405, tras la colonización española de las islas. Proceden del continente africano y llegaron acompañando a las primeras expediciones. Hay alrededor de mil cabezas principalmente en Lanzarote, sur de Las Palmas y Fuerteventura. Su principal uso históricamente ha sido como animal de carga. Su gran adaptación al clima canario ha favorecido su proliferación. Se utiliza también su carne, lana y leche de gran valor nutritivo y rica en insulina. Ganado muy ecológico y poco competitivo con otras especies domésticas, aprovechan el pasto de forma más homogénea y equilibrada por llegar a zonas a los que otros animales no pueden acceder; tienen gran resistencia a las enfermedades y pueden pasar varios días sin beber agua. En el Museo de Miguel de Unamuno de Puerto de Rosario hay numerosos documentos gráficos de su exploración en camello de la isla de Fuerteventura, a donde fue desterrado en 1924 por sus criticas a Primo de Rivera y a Alfonso XIII hasta su fuga en 1924 tras enterarse de su amnistia, refugiándose en París porque no quería volver a la Península mientras siguiese la dictadura de Primo de Rivera.



