Del verde más tierno al verde-verde que no llega a ser verde vejiga. Como pintora, el poder captar la luz con la Nikon sobre las plantas de mi pequeño jardín, me proporciona, casi, el mismo placer que cuando en el estudio me aplico al pintar un lienzo: la atención es la misma, la misma concentración, aunque el resultado con la máquina es totalmente diferente. Gana la máquina. La inmediatez del disparo es un valor añadido que, tras pasarlas al ordenador, me dejan fané y descangayá de satisfacción, como dice el tango del inefable Gardel.



Eres una artista, querida amiga. Qué belleza con tus fotos. Un abrazo grande.
¡Eres muy generosa! Gracias, querida amiga. Un fuerte abrazo.
Es la verdad, guapa. Abrazo grande.
Intento aprender; ultimamente me centro más en la fotografía que en la pintura y ahí voy. En esto como en todo es muy importante la mirada. Un abrazo grande, grande.