
Proust tenía razón. Cuando me pongo nostálgica, que es bastante frecuente, acudo al recetario menorquín. Los olores y los sabores me retrotraen a los días felices de mi infancia y parte de la adolescencia. Marieta, que fue como una abuela para mí, nos hacía unos dulces maravillosos como los pastissets, los crespells y unos bocados de leche condensada que no he vuelto a probar. El oliaigua o oliaigu viene a ser una especie de pisto o sopa a lo pobre que me encanta.
Ingredientes: 300 ml de agua, aceite de oliva, 1 cebolla grande, 2 pimientos verdes, 8 tomates de pera, perejil, 2 dientes de ajos, pimienta, pimentón y sal.
En una cazuela de barro al fuego ponemos un poco de aceite y cuando esté caliente agregamos los ajos laminados y la cebolla troceada. Cuando esta esté un poco pochada añadimos los pimientos cortados en cuadraditos, y a continuación los tomates sin piel y cortados en trozos. Salpimentamos y añadimos una cucharadita de pimentón. Removemos bien y que vaya pochando. Añadimos el perejil picado, el agua y bajamos el fuego al mínimo. No debe hervir. Se puede consumir tanto fría como caliente. Los isleños la toman con trozos de pan seco, melón o higos.
Cualquier presencia física o remembranza hace que un páramo, la lluvia, el canto de los pájaros, las melodías y algún olor especial, nos hacen viajar al inicio de su descubrimiento. Aunque aveces sean huidizos, una sensación efímera basta para reconocerlos. Y cómo no, con un toque de nostalgia.
Estimada amiga, noté un mensaje de consentimiento en mi correo. No sé si fue porque no podías acceder al blog. Estoy usando un nuevo tema provisional y también me percaté de algunos cambios.
Te mando abrazos en medio de días aciagos ante la reciente partida de mi hermano mayor.
No sabes cuanto lamento la terrible pérdida de tu hermano. He pasado por lo mismo en octubre del año pasado y es desolador. No es fácil pasar por algo tan devastador. Nunca antes había tenido la sensación de «perdida» irreparable de un hermano, hermana en mi caso, y aún me duele todos los días como el primero. Todo mi cariño, querido amigo con un abrazo muy, muy fuerte.
No sé que pasó, pero no pude dejar un comentario.
Así mismo lo hemos padecido hace 10 años con una hermana y hace 5 días nos llega esta perdida irreparable. Tenemos que bregar con el dolor y nos aflige también por nuestra madre.
Te agradezco en gran manera tu cercana comprensión y las expresiones de cariño. Me llegan tus abrazos y tu noble afecto en estos momentos, querida amiga.