





Gárgolas del Sacré Coeur. Montmartre, París.
Las gárgolas de las iglesias, esos animales fantásticos de piedra, tenían como finalidad asustar o amedrentar a los fieles que en el medievo eran analfabetos y bastante ignorantes. Curioso es ese cerdo (última de las fotos) por ser un animal que compartía la vida de casi todos los campesinos de la época, animal doméstico, podríamos decir. En el bestiario medieval el cerdo representaba la gula y la lujuria. La actitud del resto es bastante furiosa y desafiante.