La aguja de Viollet-le-Duc

Notre-Dame dès jardins Jean XXIII-2Notre-Dame Les Tours 1

Fotos Bárbara.

El mundo se paró cuando en abril de 1919 asistimos en directo al incendio de Notre Dame y pudimos ver como la aguja de Viollet-le-Duc se desplomaba junto con la techumbre de la iglesia. La aguja, todo un símbolo, fue inaugurada en agosto de 1859; estaba inspirada en la de la catedral de Saint-Croix d´Orléans, a su vez inspirada en la de la catedral de Notre Dame d´Amiens. Fue realizada por Auguste Bellu, quien realizó la estructura de madera, y por los talleres Monduit, que hicieron la cubierta metálica. De estilo neogótico, medía 93 metros, 21 menos que la de la catedral de Orléans. Su capa de plomo pesaba 250 toneladas, y cubría una estructura de 500 toneladas realizada íntegramente en roble de champaña. Estaba rodeada por cuatro coronas con criaturas legendarias como figuras guardianas mitológicas. La parte superior de la torre octogonal estaba adornada por 12 coronas de flores y arriba estaba coronada por una cruz de seis metros de altura rematada por un gallo de cobre. Las esculturas de los doce apóstoles enmarcaban la base y miraban a París, menos la de Santo Tomás, patrón de los arquitectos, que presenta los rasgos de Viollet-le-Duc, que miraba hacia la aguja para contemplarla. En una placa de hierro situada en la base aparecían unos signos masónicos que nos hacen deducir que el autor Viollet-le-Duc y el que realizó la estructura de madera, eran masones. En 2020 se decidió reconstruirla tal como era la original. Hasta su caída, la aguja era un punto de la red geodésica francesa. Curiosamente las dieciséis figuras (los doce apóstoles y los cuatro tetramorfos) habían sido retiradas cuatro días antes del incendio para su restauración, por lo tanto no se vieron afectadas por el fuego.

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