





Fotos Bárbara
Todo gira alrededor del río. El Sena otorga carácter a París; en verano se vuelve alquímico con verdes esmeraldinos; los árboles en fila, proyecta sombras sobre la piedra y estás corren a prolongarse en el agua. En sus riveras, los barcos piano bar esparcen melodías como «Las hojas muertas» y los gorriones, más listos que las palomas les hurtan migas de pan.