
Laocoonte. y sus hijos. Foto Aurelio.
Desde que conocí esta obra al estudiar historia del arte siempre tuve ganas de verla; me impresionaba enormemente. Y por fin la tuve delante de mí, aunque nunca imaginé que tuviera que contemplarla, compartirla entre tanta gente; me hubiera sentado durante un buen rato, pero tampoco había donde, de modo que tampoco la disfruté como hubiese querido.
Esta composición piramidal es uno de los máximos representantes del dolor extremo, del sufrimiento patético de un padre ante el dolor propio y el de sus hijos, atacado por dos enormes serpientes como castigo impuesto por los dioses. El conjunto escultórico en mármol blanco es representativo del arte antiguo y de la corriente académica y barroca del arte helenístico. El cuerpo del padre se contorsiona en dolorosa agonía e implora con la mirada hacia el cielo ante el dolor de ver morir a sus hijos. Es notable la anatomía del cuerpo de Laocoote, los músculos y las costillas se marcan, se adivinan las vísceras comprimidas, donde los movimientos por el dolor al ser mordido y por desasirse, se une al dolor moral de presenciar el trágico fin de sus hijos; el hijo menor se haya totalmente apresado y el mayor solamente sujeto por un pie, alienta la posibilidad de huir. Según algunos estudiosos, esta obra es una copia del original en bronce y su datación oscila entre el 27 a. d. y el 68 d. c., siendo esta la preferida entre otras varias fechas que se barajan.