



Fotos Aurelio
El día de nuestra llegada a Roma, lo primero que hicimos fue ir a la Fontana de Trevi, que está cerca del hotel Trevi Collection; había tantísima gente, que no la pudimos ver con tranquilidad. A ello se suma el hecho de que la plaza donde está ubicada es pequeña. Sentada en los escalones de la iglesia que está enfrente, contemplé con asombro aquel gentío. La fuente barroca más famosa de Roma parecía invadida por bárbaros de todo el mundo. Y allí me acordé de Fellini y de aquel «Marcelo» dicho por una exuberante actriz Anita Ekberg en La Doce Vita y de la deliciosa película Vacaciones en Roma. La fuente está situada en el cruce de tras calles (tre vie) marcando el punto del Acqua Virgine, uno de los acueductos que suministraba el agua a la ciudad, usado durante cuatrocientos años y que llegaba directamente a los Baños de Agripa. La obra se encargó a Nicola Salvi y terminó en 1762 con Giovani Panini. El Océano de Pietro Bracci fue situado en el nicho central. Las estatuas de la Abundancia y de la Salubridad fueron esculpidas por Filippo della Valle. La fuente es una obra escultórica de bulto redondo y relieves. Y a pesar de aquella multitud, ¡cómo me gustó!
La fotografía hacia arriba, para que no salga la turbamulta de turistas
Quería que se viera precisamente esa barbaridad de gente. En Roma creo que no hay temporada baja, siempre está así de gente. es una pena. gracias por tu comentario. Un saludo.