Situado en el Marais, muy cerca del Musée Carnavalet, le Musée Picasso, 5 rue Thorigny, está alojado en l’Hôtel Salé un palacete del siglo XVI cuyo propietario era recaudador de impuestos sobre la sal. Al correr de los años pasó de ser propiedad privada a albergar una biblioteca, luego un colegio donde estudió Balzac y con posterioridad, Escuela de Artes y Oficios. En 1962 fue adquirido por el Ayuntamiento de París. La colección es el resultado de la donación de Picasso y de su viuda al estado francés: pinturas, esculturas, cerámicas, dibujos, fotografías, obras de arte africano y de Oceanía, importantes obras de otros pintores (Cézanne, Matisse, Braque, Miró…), cartas, manuscritos y documentos. El recorrido que comienza, por orden cronológico, en el primer piso termina en la planta baja. Y es allí, en la planta baja, muy cerca del jardín, donde uno se encuentra de pronto con esa cabra que luce un zapato de tacón portentoso en un giro de tango porteño y arrabalero que te lleva a las madreselvas en flor y a Carlitos Gardel con toda la añoranza. La otra cabra, la más conocida en bronce, esta en el jardín, muy cerca, para que puedan balarse mutuamente a ratos sin grandes impedimentos.
