El periodo Ming (1368-1664) se caracteriza por su espíritu libre e independiente; se abandona la policromía brillante y apuesta por los colores suaves, desvaídos, como lavados, con apenas contrastes, como en “La Portadora de Ofrendas” con verdes jade y azules translúcidos, rosas apagados y algún toque marrón. Todo en esta pintura mural parece surgir de un mundo marino, de algas y espuma. El rostro de dibujadas cejas, boca menuda y óvalo perfecto de esas mujeres chinas, que parecen muñecas de una impostada belleza, esas tan queridas por los poetas, aquí, en sus ojos entornados, se adivina el escepticismo y la poderosa fuerza de la mujer oriental.
¡No hay fronteras para tu amor por el arte, Bárbara! Qué poco sabemos del arte oriental y de la forma de pensar y sentir de esos pueblos. Seguimos siendo poderosamente “eurocentristas” y, cuando pretendemos huir de ello, nos quedamos en la superficial y consumista aproximación al hinduismo o budismo, o nos convertimossimplemente en nihilistas.
Aunque pensándolo bien, lo mismo hacemos con nuestra propia cultura. Tendré que pensar y leer más sobre ello.
Antes de que me olvide o no pueda estar on-line, Feliz Pascua de Resurrección y un fuerte abrazo a todos. QUe Dios os bendiga
Querido Joaquín, el arte no tiene fronteras y debo reconocer mi ignorancia en el arte oriental que tanto me gusta, con un saber exquisito y milenario cuando nosotros estábamos aún en pañales, así es.
Mi aproximación al budismos te puedo asegurar que no es superficial ni consecuencia de moda alguna; no soy mujer de iglesia ni de jerarquías de fe; mi espiritualidad es, eso sí, privada.
Te agradezco tus buenos deseos y te deseo lo mejor, de sobra lo sabes.
Un fuerte abrazo!
¡Feliz Pascua, Bárbara, a ti y a Aurelio! No tenía ni idea de tu aproximación al budismo y tú serías la última persona a quien aplicaría los calificativos de superficialidad y consumismo (que, por otro lado se pueden aplicar a muchísimos católicos o de cualquier religión). Disculpa si te he podido ofender con mis palabras.
Mi comentario no se refería a nadie concreto. Mi crítica era, en realidad, más a una actitud cultural que religiosa Estaba pensando en gente de Hollywood u otros famosos que dan la sensación de vivir atornillados al lujo y al dinero, mientras se apuntan a la moda, espiritual o no, que sea (como los hippies de los años 60 que retrataba Baltasar Porcel yendo todos los fines de semana a la estafeta de correos de Ibiza a recoger el cheque mandado por sus padres).
Conozco tus buenos sentimientos hacia mí y te aseguro que son recíprocos. Un fuerte abrazo
Descuida que no me has ofendido para nada; Oriente me atrae más que Occidente, lo que sucede es que mi religión es el arte, siempre lo digo, y considero que la espiritualidad debe ser privada por lo que no me gusta hablar de estos temas por respeto a todo el mundo y a todas las creencias o a su ausencia. Y de acuerdo en que hay modas y mucho snob suelto y siempre los habrá.
Un abrazo.